En 2014 se han registrado 140.000 contratos de formación, lo que supone la cifra más elevada desde 2000, y un 77% más que en 2008, que alcanzó los 79.000, según un informe de Randstad. El contrato de formación persigue la cualificación profesional de los trabajadores alternando la actividad laboral con la formación para el empleo. Su duración tiene un mínimo de 6 meses y un máximo de 2 años, salvo determinados convenios que permiten que alcance los 36 meses. Estos contratos favorecen la empleabilidad de los jóvenes y son más habituales entre los menores de 25 años, que representan más del 57% del total de las incorporaciones.
Cuando se estudian los contratos de formación en función del nivel educativo de los profesionales, el estudio de Randstad pone de manifiesto que existe una relación directa entre los estudios y el acceso al mercado laboral: el 68% de los contratos de formación firmados en 2014 corresponde a trabajadores con estudios de secundaria o estudios superiores (ciclo formativo de grado superior o título universitario).
Todas las comunidades autónomas han experimentado una variación positiva en este modelo de contratación en 2014, respecto a 2013 y 2008, años que se toman como referencia para realizar este análisis. En Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid y Andalucía se ha duplicado el uso de este contrato en los últimos seis años. En el caso de Canarias, el aumento ha sido del 236%, ya que se han registrado 8.650 contratos en 2014, frente a 2.575 en 2008. Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha, tienen incrementos inferiores al 20%.
